Recomiendo el visionado de esta película: “Mi vida en rosa” (1997), que gira en torno a Ludovic,
un niño cuya máxima ilusión es ser niña y se convence de que su sueño se hará
pronto realidad. Se ve cómo no entiende la preocupación de sus padres, la burla
de sus compañeros y las reacciones negativas que se suceden a su alrededor.
Lo que propongo a continuación es un pequeño análisis basado en el tráiler de la película para trabajar acerca de la heteronormatividad educativa.
DESCRIPCIÓN DE LAS SITUACIONES
El tráiler comienza con la
aparición de dos niños en escena, uno de ellos es Ludovic, que explica al otro niño que es un niño-niña y que cuando
al nacer le asignaron XY se confundieron (un error científico dice Ludovic),
pues tenían que haberle dado XX. Sin embargo, tiene la esperanza de que Dios lo
arregle y pueda enviarle la X que le falta para que así puedan casarse. Ante
esto, el otro niño le responde, con cierto desdén, que lo de casarse dependerá
de qué tipo de niña sea.
Seguidamente aparece una escena
en la que Ludovic escucha a su madre y a su hermana hablando, a ésta última le
ha bajado la regla por vez primera y, la madre le dice que ya es una verdadera
señorita. Ante esto, Ludovic, movido por un gran interés pregunta a su hermana
que por qué ya es una verdadera señorita, mostrando su ingenuidad ante el tema
de la menstruación y termina preguntándole si él también la tendrá ante lo que
la hermana le responde que él nunca será una niña. Éste trata de decirle que no
es cierto pero la hermana le echa de la habitación mostrándole su rechazo ante
la idea.
Cambiamos nuevamente de ambiente.
Esta vez una obra de teatro del colegio. Se están preparando para empezar,
cuando una niña vestida de Blancanieves pide ir al servicio, entonces se
observa cómo Ludovic, ataviado con un traje de enanito, trama algo… momentos
después la profesora llama a Blancanieves que está tardando demasiado… Por fin
aparece y empieza la obra. Estamos en el momento en el que el príncipe besa a
Blancanieves que está adormecida por el veneno de la manzana mientras los
enanitos lloran. Cuando el príncipe (que es el niño del principio) va a besarla
se da cuenta de que no es la niña sino Ludovic que le hace un gesto para que no
diga nada. En ese instante, el niño se separa y Ludovic queda al descubierto de
todos que se levantan estupefactos y casi horrorizados con aquello como si no
pudieran entenderlo. La madre de la niña pregunta por ella y se descubre cómo
la había encerrado en el baño para así poderse vestir de Blancanieves.
En la última escena sale la
familia de Ludovic del colegio donde les esperan las miradas reprobadoras y
condenatorias del resto de las familias y alumnos.
Observamos una clara intención y apuesta de Ludovic,
que se muestra convencido y esperanzado pese a las restricciones
heteronormativizadoras que recibe de los demás y su desaprobación. En el tráiler no sabemos cómo termina
Ludovic, pero en lo que vemos se ve a un niño valiente y seguro de lo que es y
quiere ser. Lo cual me encanta pues al menos en el tráiler no lo vemos sufrir,
sino obstinado tratando de alcanzar lo que siente que le hará feliz. Esto me
lleva a una doble reflexión: la positiva, que acabo de hacer y, la negativa,
que es ¿por qué tiene que estar luchando contra una sociedad
heteronormativizada que no le permite ser quien es sin más, sin cuestionarle,
ni hostigarle, ni despreciarle, ni juzgarle? Creo que en parte lo que alimenta
esto es el miedo, el miedo al cambio, a dejar que la diversidad sea diversa.
Aquí entraría la ignorancia como política de conocimiento. No olvidemos que en
la cultura occidental (hablo de ésta por ser una película belgo-francesa) la
iglesia ha tenido una cuota de poder grandísima en la moral y el pensamiento,
marcando y delimitando claramente lo que estaba bien y lo que era pecado, lo
que es y no es una familia, lo que debe ser y lo que hay que corregir…todo lo
que se sale de ahí está enfermo, corrompido y hay que salvarlos y encaminarlos
por el camino verdadero, correcto. Facilitar y fomentar la diversidad implica
dejar libre al conocimiento y dar poder a las personas, porque el conocimiento
y la diversidad es poder y, por tanto, no quieren que lo tengamos, como
sociedad. Una sociedad diversa, libre para pensar, actuar y conocer es una
sociedad nada manipulable y con ello, una sociedad que no quieren los que
dirigen el cotarro.
También vemos una reacción de no
entendimiento, incluso de rechazo, por parte del niño, tanto cuando
Ludovic le explica al principio que es un niño-niña como cuando se aparta al
descubrir que es él y no Sophie la Blanacanieves a quien ha de besar. No deja
de llamarme poderosamente la atención como un niño tan pequeño puede tener ya
ese rechazo y ese prejucio, claramente construido socialmente gracias a la
línea de la heteronormatividad educativa, social y política que marca todos los
ambientes de la persona. La mente de un niño, que está completamente abierta a
crear, a cuestionar, a transgredir, a aceptar,… y sin embargo la marcamos con
nuestra norma, una norma que todo lo regula y contamina, el patriarcado, la
heteronorma, la no diversidad sexual y por tanto, la cerrazón.
La reacción de la hermana
vuelve a ser de rechazo e incredulidad ante las “ideas de Ludovic” de ser una
niña. Es más, le dice que es pequeño para entender… Este argumento es muy
utilizado para tirar por tierra los pensamientos o deseos de alguien; se le
resta toda credibilidad, se pierde interés y se minusvalora al otro. Pienso que
Ludovic puede entender perfectamente esto igual que casi todo, evidentemente
será al nivel de un niño de su edad pero eso no significa que no se le tenga
que explicar por ello. Es más, creo que en este caso, la hermana alude al hecho
de que por ser pequeño no lo entiende para no tratar la realidad. Ella no
quiere escucharle, no le da opción. Simplemente le parece una majadería.
Como no, en la obra de teatro del
colegio, los niños representan roles de niños y las niñas de niñas, no vaya a
ser que a la profesora de le ocurra educar fuera de lo heteronormativo. Y en
qué hora a Ludovic se le ocurre seguir a sus instintos y deseos, pues no sabe
que vive rodeado de heteronorma, ni siquiera que con eso la está transgrediendo
y con ello ofendiendo a otros seres humanos. En fin, el pobre Ludovic (pobre en
tanto y cuanto se sentirá profundamente incomprendido, solo y asediado) acaba
sufriendo el asombro y rechazo de todo el colegio y su propia familia y
compañeros, con el consiguiente castigo o sanción tanto de la escuela como
de sus padres que imagino habrá sufrido por haber encerrado a su compañera y
haber armado ese revuelo. Que digo yo, probablemente si la profesora le hubiera
dado la opción de actuar como Blancanieves igual no habría tenido que encerrar
a Sophie y no habría sorprendido tanto a sus compañeros y familiares pues sería
algo sabido; pero claro, entonces las críticas y daños irían para la profesora,
que a su vez, aunque hubiera intentado tratar de educar fuera de la
heteronormatividad habría topado con los impedimentos del centro, de muchos de
los padres,…
En fin, el tráiler es una crítica aplastante a los valores del patriarcado, la heteronorma y la rigidez del sistema binario.
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